Si vas a tomar café, piensalo dos veces

tips para la salud tps May 04, 2023

Escrito por: Carlos R. Casillas

La cafeína es el estimulante más popularizado de estos tiempos, todos la conocemos y muchísima gente participa en la “cultura del café” casi de manera “ritual” con un componente social muy fuerte. Un alto número de personas consumen a diario cafeína o teína por los muchos beneficios que se le han atribuido y por su efecto estimulante. 

Pero me es muy importante recordarte sus efectos nocivos tanto físicos como espirituales, principalmente porque se trata de una sustancia adictiva. Sí, aunque no lo creas, genera un estado mental particular que se convierte en costumbre, entonces, la mente y el cuerpo hacen creer que necesitan de este estímulo para poder realizar sus actividades cotidianas. Este efecto ha propiciado que las cafeterías sean los negocios más concurridos.

Probablemente seas una de tantas personas cuya primera acción en la mañana es beber una taza de café; lo que puede parecer un buen hábito porque suele ser una manera fácil de despertar y activar el cerebro; pero lo cierto es que esto es una muy mala idea, especialmente si estás con el estómago vacío. A continuación, te comento por qué.

 

EL CAFÉ GENERA ACIDEZ

Tu estómago contiene ácido clorhídrico y este, al nivel correcto, es un gran aliado en la digestión de los alimentos. El cuerpo debe mantener un PH de 7.4 siendo neutro en una escala del 0 al 14, donde en menor medida se vuelve acido y a mayor, es alcalino. El café tiene un puntaje de 5, por lo tanto, es ácido. 

Si tomas en ayunas una taza de café estás agregando más ácido al cuerpo y al estómago, 

Ahora imagínate el desgaste diario que le generas a la mucosa que protege el estómago y, a su vez, a todo el sistema digestivo. Tarde o temprano, esto puede dar lugar a condiciones como acidez, gastritis, síndrome de intestino irritable o úlceras. 

Por ello, es que algunas corrientes consideran que el café en exceso no es bueno para la salud, pues se convierte en una fuente de acidez para el cuerpo, lo que está relacionado con envejecimiento celular y enfermedades de tipo degenerativo, e incluso con el cáncer.

 

EL CAFÉ PODRÍA GENERAR DESHIDRATACIÓN

Aunque no se ha comprobado que la cafeína sea la responsable directa de la deshidratación del organismo, sí se sabe que tiene efectos diuréticos inmediatos. En consecuencia, el cuerpo libera mucho más líquido del que liberaría normalmente y, si la persona no acostumbra a beber mucha agua, esto puede causar síntomas de deshidratación y hasta dañar los riñones.

La primera afectación que ocurre en el cuerpo es visible en la piel, ya que adquiere un aspecto seco, deteriorado y propenso a las arrugas por falta de hidratación. Además, la cafeína al ser diurética puede ser irritante para las vías urinarias y generar infecciones en estos conductos, así como en los riñones.

 

EL CAFÉ AFECTA EL SISTEMA ESQUELÉTICO Y MUSCULAR

Tomar mucho café puede interferir en la absorción del calcio, por lo que otro de sus efectos posibles es favorecer la osteoporosis, especialmente si el consumo es prolongado, continuo y abundante.

Hoy en día, se cree que la cafeína es necesaria para hacer ejercicio y que ofrece la energía suficiente para realizar actividades. Adicionar los suplementos deportivos con cafeína se ha convertido en una moda irresponsable. 

Lo que ocurre es que el exceso de cafeína puede causar espasmos a nivel muscular, mientras que la abstinencia puede generar síntomas de dolor muscular. Resultados totalmente opuestos a los efectos que quisiéramos obtener de una práctica deportiva sana.

 

LA CAFEÍNA INCREMENTA LA ANSIEDAD Y ESTRÉS

Beber café, té y otras bebidas con cafeína puede afectar la síntesis de la serotonina (neurotransmisor que ayuda a la conexión neuronal y equilibrio del ánimo), ya que la cafeína estimula la producción de sustancias como: la adrenalina, conocida como “la hormona de la activación”, y el cortisol, “la hormona del estrés”. Ambas sustancias son respuestas naturales del organismo ante situaciones de peligro donde se requiere actuar y entrar en estado de alerta: son mecanismos de supervivencia. 

Estas son las razones por la cuales nos sentimos activos y con pronta respuesta cerebral por un momento, pero no dejan de ser sustancias nocivas para el cuerpo a niveles elevados y continuos en estados donde no existe una emergencia real, causando estrés, desgaste físico y mental. Si alguien ya tomó cafeína y de repente se le atraviesa una situación real de estrés, el cuerpo recibirá una dosis mayor de adrenalina y cortisol, dañando aún más todo el cuerpo. 

Por tanto, al beber mucho café favorecemos el estado de excitación por exceso de cortisol y adrenalina, de ansiedad y depresión por baja serotonina, es decir, creamos un cóctel explosivo de inquietud, nervios, turbulencia y debilidad; no es el mejor augurio para empezar el día y menos en las ciudades o trabajos estresantes. 

 

LA CAFEÍNA ALTERA EL SISTEMA NERVIOSO Y LA CONEXIÓN CON EL ALMA

Los niveles más altos de cafeína en nuestro torrente sanguíneo aparecen una o dos horas después de la ingesta, con un aumento repentino de la presión arterial. Esto es especialmente riesgoso para las personas que padecen problemas de hipertensión o debilidades relacionadas con el corazón: un exceso de cafeína puede provocar latidos irregulares y más rápidos, e incluso dificultad para respirar. Por estas razones, no es recomendable; en cualquier caso, habría que consultarlo con un médico.

Además, la cafeína está vinculada con cambios bruscos de humor. Es cierto que el café puede dar un impulso de energía al inicio pero, como dice la regla: todo lo que sube tiene que bajar. Muchos consumidores aseguran que suelen pasar de la alegría y el optimismo a la ansiedad, estados depresivos, irritabilidad y estrés, después de un tiempo.

Los cambios bruscos de humor ocurren una vez que el efecto estimulante desaparece, es decir, entre dos y cuatro horas después del consumo. Esto se debe a que la sustancia disminuye la irrigación sanguínea del cerebro, lo que afecta considerablemente la memoria y la agudeza mental. Esta baja produce un consumo en loop, en el que la gente requiere cada vez más cafeína para atravesar su día y mantener esa euforia inicial. 

Ahora bien, hay un tema que casi nadie ha comprendido de la cafeína. Debido a que se trata de un estimulante del sistema nervioso, altera nuestra percepción de la realidad y afecta de manera directa nuestra intuición. Verás, la intuición (o guía divina) es eso que nos ayuda a comprender cuál es el camino correcto para seguir en nuestras vidas. Si escuchamos a la intuición, obtenemos los mejores resultados de cada una de nuestras acciones, ya que la intuición es la guía de nuestro ser superior y misión de vida. Sin embargo, hoy en día, todo el ruido mental, el estrés laboral y los fuertes estimulantes como los azucares y la cafeína, alteran progresivamente el mensaje de nuestra intuición, por lo cual incluso muchas personas la han dejado de escuchar. Por eso, cada vez la gente se encuentra más confundida respecto de su propósito de vida, no sabe a qué dedicarse ni cuales son las mejores decisiones que debe tomar. ¡Ah! Pero eso sí, se van a una cafetería a pensar qué hacer y, mientras lo hacen, se beben varias tazas de café para seguir estimulados, callando más aún a su intuición. 

De manera ignorante, suele creerse que la solución a los problemas está afuera y por eso se usan estimulantes para tapar o saciar vacíos en lugar de quitar los estimulantes, aprender a aquietar la mente y aprender a sentir el llamado interior a través de la propia intuición. 

Dentro de cada uno están las respuestas a todo lo que necesitamos saber. Por eso se dice que “la cafeína nos aleja de nuestra esencia divina”. 

 

EN CONCLUSIÓN

Dicho lo anterior, tampoco te pido que cortes de tajo el café ni que lo dejes para siempre (que claro sería lo ideal), pero te invito a que lo tomes con respeto. Distintas investigaciones han analizado los horarios ideales para tomar café y todas concuerdan en que, si comes un desayuno sustancioso y nutritivo, puedes disfrutar de tu café entre las 8 y 12 del día ocasionalmente, siempre evitando convertirlo en hábito. 

Mi recomendación, En Consciencia, es que, si buscas realmente tener tu propia energía y tus capacidades al máximo sin depender de una sustancia, y además deseas mantener tu sistema nervioso en todo su potencial para poder escuchar a tu intuición de la mejor manera, seguir tu llamado y tu propósito de vida, evita darle cafeína a tu cuerpo.

Si todavía no estás preparado para dejarlo por completo, jamás te generes la creencia de culpa al consumirlo, ni sientas que te portaste mal, esa actitud sólo genera cargas emocionales pesadas que a la larga te podrían dañar moralmente; mejor aprende a elegir y disfrutar responsablemente y en plena consciencia aquello que consumes, a sabiendas de las consecuencias para tu cuerpo. 

Como tú sabes, hay otras alternativas que elevan nuestra energía en el cuerpo y cumplen con la función de energizarte. 

Tomar agua con limón y una pizca de bicarbonato de sodio en ayunas, es un muy buen habito que te dará energía, mejorará tu salud y te dará un ph alcalino (muy positivo para tu cuerpo) o un buen jugo de fruta que aportará glucosa y esta es energía para tu día.

Asimismo, recuerda que la música es una gran manera de elevar tus vibraciones. Puedes elegir despertarte con una buena canción o melodía que te dé energía y ese “punch” para iniciar tu día lleno de emoción y felicidad. 

Como mencioné, la cafeína puede ser adictiva, lo que significa que si eliges dejarla podría complicarse la abstinencia. Así que, tal vez sin tu taza de café diaria, es probable que el día empiece con sensación de enojo, irritación, ansiedad y hasta dolor de cabeza (clásicos síntomas del síndrome de abstinencia); pero en 2 o 3 días, los síntomas desaparecerán y restaurarás tu energía personal. Te lo digo por experiencia, pero así como yo tú también puedes!! 

Atentamente,

Carlos R. Casillas y de mi corazón al tuyo, recibe todas mis bendiciones.